Lucio Tarquinio Prisco, conocido como Tarquino el Viejo, fue el primer rey de Roma, en el s. VI a.C. que puso a la futura metrópoli en situación de ser una ciudad populosa desde la que se pudiera gobernar, comerciar y sobre todo respirar. Urbanisticamente fue una revolución donde se trazaron calles nuevas, barrios, un foro o plaza central y ordenó construir auténticas casas en sustitución de las cabañas habituales; el Circo Maximo y el templo de Júpiter en el Capitolio. Pero lo chanante de su (...)