Los Circunceliones en el siglo IV andaban rondando por caminos, casas de campo y vagabando por las ciudades para reparar injusticias y restablecer la igualdad entre los hombres. Ponían en libertad a los esclavos, absolvían a los deudores de sus créditos y liberaban a los presos de las cárceles. No había seguridad en los caminos y menos aún en las ciudades más pobladas. Su obsesión por el martirio para alcanzar el reino de dios les impulsó a darse la muerte. Unos se precipitaban desde lo alto de las rocas o se arrojaron al fuego, otros se degollaban. Los obispos, asustados y viendo que no podían contener por sí solos estos excesos de furor, se vieron obligados a implorar la autoridad de los magistrados. Se enviaron soldados a los parajes en que acostumbraban a reunirse los días de mercado público. Hubo muchos muertos, los cuales fueron honrados como mártires por los demás. Las mujeres imitaron la barbarie de los circunceliones y algunas de ellas estando embarazadas se abrían el vientre con objetos cortantes o se tiraban al vacío desde acantilados o precipicios. Si ustedes quieren reafirmar su martirio sólo tienen que dejarse llevar por las melodías de artistas como Pierre & Bastien , Los Papines, Mark Wynn, Soyol Erdene, Andres Castel y su Conjunto, Steve Dahl & Teenage Radiation, Sinn Sisamouth , Jupiter, Dumb , Hawai San Remo y Adrian, Rabah Deriassa, Cold Leather, Los Cheles, Rabah Deriassa y El Baccalaureat.